No muy lejos del pueblo había un manantial de aguas minerales. La abundante agua serpenteaba desde el. El agua era tibia, suave y sabrosa. El Maestro bebió de ella, y hallándola excelente, la recomendó a los demás. Había unos hermosos prados en las laderas cubiertas de jóvenes árboles que rodeaban el manantial. Nosotros íbamos allí frecuentemente en compañía del Maestro. La campiña era sencilla y agradable. El pasto crecía, las hojas de los árboles se desplegaban, y las flores se abrían, cada una a su debido tiempo. Los pájaros cantaban y la vida latía con su ritmo medido y constante.
Los pensamientos del Maestro eran una traducción del Gran Libro de la Naturaleza. Dentro de él el Único Ritmo Eterno de la Vida Única se manifestaba.
El Maestro dijo:
Lo que más hace que nos regocijemos es Dios. Todo lo que te inspira es Dios. Lo que te brinda vitalidad, ánimo y fuerza en cada momento es Dios. Dios está presente en todo esto. Una Gran, Sublime idea solo puede nacer de la interacción de dos Seres Inteligentes. Esta es la Ley. Debemos tener una conexión con Dios a fin de que una Idea Sublime crezca en nosotros. Todos los pensamientos que fluyen en nuestra mente, rodos los sentimientos y deseos que fluyen en nuestros corazones, provienen de un gran Manantial. Este es el Espíritu Divino. El Manantial del Espíritu Divino se nutre de un Manantial que es todavía más grande, y que es el Manantial del Absoluto Desconocido, el Espíritu de la Creación.
Cada pensamiento que trae la Esencia del Amor al alma humana, proviene de Dios. Cada pensamiento que trae la Luz de la Sabiduría proviene de Dios. Cada pensamiento que trae la Liberación de la Ver dad al alma humana, proviene de Dios.
Todo lo que no proviene de Dios lleva en sí mismo veneno y muer te. Esto se debe a que rodo aquel que no recibe el Pensamiento Divino experimenta sufrimiento y muerte. A través de todos los Ángeles, de todos los Seres Avanzados, se manifiesta el Amor de Dios, pero en distintas proporciones. Por lo tanto, el Amor proviene de una Fuente, de Un Centro.
Si ustedes desean ir a donde está el Amor, ustedes deben ir al Manantial Eterno: Dios. Nosotros no podemos conocer el Amor si no es a través de Dios.
Ustedes son una puerta a través de la cual Dios entra a enseñarles como amar. Él es el único que puede enseñarles como amar. Acepten ser enseñados por El Único. En las Escrituras dice: “Dios es nuestro Maestro”. En Juan 3:2 dice: “Y este hombre se acercó a Jesús y le dijo, ‘Maestro, nosotros sabemos que Tu eres el Maestro venido de Dios, ya que nadie puede hacer lo que tú haces si Dios no está con El”‘. Aquel que permite que Dios le enseñe será vestido en los ropajes más hermosos.
La vida de la persona que está de acuerdo con la Ley Divina es pura poesía, música y canción. Esa persona es valiente, resuelta y llena de sentimientos nobles y sublimes. Si uno se aleja de esta Ley, se llena de temores, con preocupaciones acerca de todo: miedo a lo que la vida le traerá, miedo de envejecer y no tener recursos suficientes etcétera.
Sean conscientes hasta de los más minúsculos impulsos. Los pequeños pensamientos y sentimientos que se manifiestan en ustedes, esos, vienen de Dios.
¿Dónde está Dios? Dios está en todos esos lugares en donde el Amor, la Sabiduría, la Verdad, la Vida, el Conocimiento y la Libertad están presentes. Su Presencia nos da la más hermosa experiencia del Espíritu. Nos refresca y nos eleva.
Algunas personas dicen: “Deja que Dios arregle el mundo”. Dios ha puesto Su Palabra en los corazones de las personas, y haciendo esto Él ya ha arreglado el mundo. Ahora lo único que resta es que lo que Él ha escrito dentro de los seres humanos se manifieste.
Beinsa Douno.