Si alguien declara que es imposible lograr esto o aquello, bueno, demuestra que su pensamiento está fallando. El pensamiento convierte las cosas, convierte el carbono en diamantes, contiene una fuerza mágica. Puede reconciliar a los enemigos más grandes.
Así que, conociendo el poder del pensamiento, no digas que no puedes lograr lo que quieres. Con un pensamiento correcto y fuerte, se puede lograr cualquier cosa, para resolver todos los problemas. Para el pensamiento correcto, es decir, para lo Divino en el hombre, no hay cosas imposibles.
Cristo dijo: “¡Ama a tus enemigos!” ¿Es posible? Sí, si amas a Cristo. Para amar a tu enemigo, ama a Dios en él; reconciliarse con el Divino que vive en él y dejar a un lado al enemigo. Cuando el Señor está presente en el espíritu de los hombres, siempre pueden amarse los unos a los otros.
Como alumnos, tienen que usar unos minutos cada día para hacerse la pregunta: “¿Soy un hombre verídico?” Si lo eres, el pensamiento luminoso, que trae luz, será tu característica.
El pensamiento es una varita mágica con la que todo es accesible y alcanzable. Sin un pensamiento claro, el Amor no existe, porque sólo se manifiesta lo claro, divino del que piensa. El pensamiento emana de Dios y es a través de él que el hombre expresa lo Divino. Q Cualquiera que sea la tarea que está haciendo, usted se dice a sí mismo, “Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. Lo que es imposible sin amor es posible con el Amor. El pensamiento y el Principio Divino son sinónimos.
El trabajo realizado bajo la dirección del pensamiento se hace bien. ¿Dónde está lo Divino? Es en el fuego que arde eternamente sin consumir materia, que no se pierde, sino que se transforma. Donde un pensamiento justo está en acción, la Luz es perpetua.
Cuando la combustión cesa en el mundo físico, continúa en el mundo espiritual y luego pasa al intelecto, al pensamiento. Es por eso que podemos decir que toda combustión que proviene del Amor es eterna. La Luz que fluye de la combustión, la llamamos pensamiento.
Recuerda: el pensamiento es una varita mágica que dirige la vida humana. Ten en tu mente la idea de que en Dios todo es posible. Así, te unirás a los Seres superiores que te conocen y sólo pides que te ayuden. Mientras piense, el hombre crece y se levanta. Si deja de pensar, decae de seguida.
El pensamiento transforma los estados, da amplitud al alma.
El que piensa ve; el que no piensa siempre se queda con los ojos cerrados.
Beinsa Douno.