«Comunión que camina» 21- 31 de Agosto de 2022

Desde Ourense hasta Santiago

«Comunión que camina» 21- 31 de Agosto de 2022

“Peregrinea 2022”,  si Dios quiere,  transcurrirá entre Ourense y Santiago, un sendero que nos sumerge en la Galicia  profunda, cargado de encanto. Será entre el 21 y el 31 de Agosto. 

Pondremos conciencia y reverencia a cada paso, solidaridad a la hora de contar etapas y peregrinos (un peregrino, una jornada de camino, un euro para una causa solidaria) Al atardecer nos sumergiremos en temas de historia sagrada con Koldo. Al atardecer Selene sacará la música y nos enlazaremos las manos, danzaremos en comunión. Podéis compartir  esta info entre vuestra  gente.

¡Ultreia et suseia!

La inmensa mole granítica del Monasterio de Oseira quedaba atrás sumida en su silencio antiguo. La fastuosidad del Escorial gallego imponía su pétreo aplomo en mitad del valle, pero a nosotros, pese a la lluvia y el viento incesante, nos llamaba un hilo de vida saltarina escondido entre la maleza, nos atrapaba el suave canto del río.

El barro omnipresente no lograba enfangar el cuadro del encanto. Caminamos en silencio, reverente, «besábamos el lugar con nuestro pies» (Thich Nhat Hanh), pero no lo podíamos transformar en paraíso sencillamente porque ya lo era. Nunca caminamos solos si así es nuestro anhelo. La compañía es siempre que nuestro corazón se abre. No era difícil por lo tanto sentir la presencia del grupo avanzando por ese camino de magia, por ese sendero que nos conducía directos a otra dimensión donde la belleza es omnipresente. Aún con todo el frío invernal, con toda la lluvia calando nuestros cuerpos vivíamos el calor del grupo y del verano, la calidez de la fraternidad sorteando los mil y un charcos fundidos al final del sendero con el río.

La belleza desbordada invita también a una fraternidad que supera los límites habituales. Estamos preparando con ilusión la Peregrinación de este agosto desde Ourense hasta Santiago (www.peregrinea.org). En otoño lo pateamos primero en silencio, atención y devoción; ahora lo hemos hecho en coche para poder atar todos los cabos, para conocer a los hospitaleros, los lugares donde abastecernos, las paradas obligatorias…, para también terminar de enamorarnos de esta tierra tan húmeda como acogedora. Atrás quedaba la Cascada (Fervenza) de Toxa y el Mosteiro de Carboeiro. En la Ferbenza bendijimos a Dios a corazón abierto a la vista de sus maravillas. Después de hacer la Creación, se entretuvo con el agua siempre inquieta. La invitó a jugar y dar grandes saltos, todo para nuestro recreo, para nuestro asombro y seguro regocijo.

En el Monasterio de Carboeiro volvimos en la historia hacia atrás a grandes zancadas. Nos atrapó un tiempo antiguo, una sed de naturaleza y soledad, una invitación al retiro como no habíamos sentido en otros lugares. Sólo el frío, la lluvia y el granizo lograron juntos sacarnos de esa magia sin par. A unos kilómetros de allí, tomamos finalmente la autopista, pero no quitamos la mirada del retrovisor de verde abundante, piedra añosa y cascada siempre nueva.

Volveremos en cuanto escampe. Nos bañaremos de nuevo en esa atmósfera de ensueño. Sobre todo volveremos juntos y juntas en el verano para cantar, henchidos de agradecimiento, a la Creación y a la Vida, a la suerte de mantenernos unidos en estos tiempos por encima de todo privilegiados.

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