Ahora, una vez que entiendas la importancia de la pureza, en el sentido más amplio de la palabra, tendrás que convertirla en el fundamento de tu vida física. No sé por qué. – Porque la salud de los seres humanos depende de su pureza interna y pureza externa. ¡Los humanos están obligados a tener una pureza de ideas! Y en este sentido, al decir que tampoco debemos lidiar con las faltas de la gente ni criticarlas, entendemos que no se debe perturbar la pureza de la propia vida y exponerse a la muerte. Lidiar con las faltas de los demás es un contagio que destruye el organismo. ¿Qué ganarás?
- No sólo no ganarás nada, sino que perderás todo lo que hay bueno y mejor en ti. La embriaguez, la borrachera son una impureza. La codicia es una impureza. La calumnia es una impureza. La envidia y otros vicios son impurezas.
Por lo tanto, desde el punto de vista de la higiene, la impureza debe ser desechada si queremos ser libres. Si queremos ser sabios, en el sentido más amplio de la palabra, tendremos que ser puros. En su investigación científicas, el sabio ordena y filtra todas las sustancias que analiza, para purificarlas o depurarlas de una manera absoluta. Cuando hablamos de pureza, se trata de humanos que son asiduos en trabajar en sí mismos. Esto también se aplica a todos aquellos que tienen un gran anhelo de pureza. Todos los demás entenderán de lo que se habla y dirán: »Este es un trabajo muy duro». Cuando te acerques a uno de los manantiales sagrados de la vida eterna, tomarás un vaso de agua y beberás el agua hasta la última gota. No se te permitirá dejar ir ni una sola gota de agua. ¿Qué haces cuando te acercas a las fuentes del mundo físico? – Tomas un vaso entero de agua, bebes dos o tres sorbos y tiras el resto. Pero en el mundo divino, está absolutamente prohibido.
Beinsa Douno.