Escucha lo que Dios te dice.

Para liberarte de las contradicciones.

Escucha lo que Dios te dice.

Para liberarte de las contradicciones, haz espacio en ti mismo a la Luz Divina. Escucha lo que Dios te dice. Completa sus palabras recogidas por tu conciencia, por tu buena razón. Si alguien te ofende, no te apresures a responder hasta que hayas escuchado la palabra de Dios. Pregúntale cómo debes actuar y sigue su consejo, que siempre son buenos.

Si deseas deshacer algunos malos hábitos, eliminalos con sus raíces y en su lugar, cultivar buenos deseos y buenos hábitos; la naturaleza no tolera el vacío. Cada bien crece en el calor de la Luz Divina; el mal es el resultado de la falta de luz. El mal representa las raíces del árbol; el bien, sus ramas; y el amor, sus frutos. Cristo dijo: «Seréis reconocidos como mis discípulos, si tenéis amor entre vosotros.» En otras palabras: «Seréis mis discípulos, si tenéis el Amor que nace del Espíritu, la Luz que viene de Dios, la Libertad y la fuerza que aportan la Verdad.»

Atiende hacia lo que es hermoso y bueno sin dejar que tu conciencia sea cautivada por hermosas formas o imágenes. Admire las cosas hermosas, sin quererlas para su propio uso personal. Si usted encuentra a algún ser de espíritu elevado, alégrese en su pensamiento claro, pero no trate de agarrarlo. Todo esto, también tienes en ti mismo; pero todavía tienes que trabajar, desarrollar y manifestar tus posibilidades para tu alegría diaria y la de tus seres queridos.

En la vida, todo lo que es hermoso, grande, elevado, debe servir como estímulo e impulso al hombre. Que entienda que él también puede llegar a la posesión de grandes dones; cuando se las arregla para usarlos con integridad y amor, Dios lo bendecirá. Mientras trabaje para mejorarse a sí mismo, para desarrollar las fuerzas puestas en él, el ser no debe ser desalentado por posibles desviaciones hacia las cosas transitorias; sino que debe avanzar a pesar  de los obstáculos que buscan contrariarlo.                   Las condiciones adecuadas siempre se le darán por la Naturaleza previsora; de usted depende utilizarlas para el bien mediante un trabajo ordenado y constante.

Beinsa Douno.

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