Mientras no creamos en Dios

No seremos capaces de recibir Su Amor.

Mientras no creamos en Dios
El mal en el mundo se debe a nuestra falta de comprensión de las condiciones en las que nos encontramos. Dios no está enfadado con nosotros por nuestros errores. Ellos le ofrecen a Él la oportunidad de demostrar Su Misericordia hacia nosotros y ayudarnos a corregirlos. Cuando unos cinco o seis años hayan pasado, ustedes comprenderán las consecuencias de sus errores y los enmendarán.
Por ejemplo, consideren una persona que construye una bella casa y se la alquila a unos inquilinos que la destruyen en menos de un año. Yo interpreto esto de la siguiente manera: Dios ha creado el mundo perfectamente, pero nosotros lo arruinamos y luego buscamos la causa fuera de nosotros, en lugar de buscarla en nosotros.
La Ley dice: Dios ama a todos los seres de la misma manera. Peto no todos se benefician de Su Amor. Algunos son conscientes de esto, y otros no lo son. Dios ama a los seres humanos tanto como ama a los Ángeles, pero hay una diferencia: los Ángeles son conscientes del Amor de Dios y están abiertos para recibirlo, mientras que los seres humanos no están siempre conscientes de ello.
Consideren esas personas necias que construyen una casa, pero colocan solamente una ventana en ella. Otros construyen una casa con grandes ventanas por las que entra abundante luz. Ustedes pueden decir, «Mira como esta persona está bañada en la abundancia». Esto se debe a que sus ventanas son más grandes. La cantidad de luz y aire que entrarán depende del tamaño de la ventana que abran. Las bendiciones de Dios-la luz y el aire- entrarán de propio acuerdo ni bien abran las ventanas. Pero, aun así, entraran solamente en proporción a la capacidad permitida por la ventana que ustedes abran. Del mismo modo, ustedes recibirán el poder y las bendiciones del Mundo Divino de acuerdo con cuan abiertas estén las ventanas de su alma y su consciencia.
Las bendiciones de Dios permean a todos los seres. Los seres inferiores no pueden contenerlas, ya que ellas rebasarían su capacidad. Nosotros debemos estar aquietados como la superficie calma del agua, a fin de que la imagen de Dios se refleje en nosotros. Si Él se refleja en nosotros, conseguiremos progresar. Si la imagen de Dios no se refleja dentro de nosotros permaneceremos tal como somos. Nosotros necesitamos ser puros para que la imagen de Dios se refleje en nosotros. Paz y pureza son las dos condiciones necesarias para que la imagen de Dios se refleje en nosotros. Mientras no creamos en Dios, no seremos capaces de recibir Su Amor.
Dios no permite que aquellos que son ciegos repartan Su Luz. Dios retira sus dones de aquellas personas necias a fin de que otros les retiren su confianza y no sean engañados. Dios colocará al necio en el lecho, de modo que no pueda abusar de la confianza de los otros.
A veces la gente piensa que Dios está enojado con nosotros. Pensamos que Dios está enojado cuando, en realidad, los enojados somos nosotros. Vemos nuestra imagen en Dios y decimos que él está enojado con nosotros. Abandonen esta idea errónea. Dios no es un dios irascible. Dios es el Dios del Amor. Cuando nosotros nos enojamos, pensamos que Dios también se enoja. Este es nuestro error. Cuando Dios te reprende, este castigo es Su lección para ayudarnos a volver al camino correcto.

    Yo les diré una gran Verdad: a todos los seres, Dios les manifiesta su Amor de un modo específico. El Amor de Dios hacia cada ser es específico.

Beinsa Douno.

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